viernes, 24 de agosto de 2007

Polemica en los taxis de Nueva York


La comisión de taxis y limusinas de la ciudad de Nueva York quiere introducir pantallas para los viajeros de los taxis. En dichas pantallas podrán ver anuncios (incluso personalizados según la zona en la que estén con las tiendas próximas), las noticias, ver el recorrido que están haciendo, consultar direcciones de tiendas o negocios en general e incluso pagar con tarjeta de crédito (propina incluida).

Sin embargo, y a pesar de que parece una iniciativa muy interesante los trabajadores no están a favor. Se ha programado una huelga de 24 horas para los días 5 y 6 de Septiembre a través del sindicato Taxi Workers Alliance que agrupa a más de 8.000 taxistas de la ciudad. Además hay una contradicción, porque según las leyes los taxistas al ser considerados "independient contractors" no tienen derecho a la sindicación ni a la huelga.

Los problemas que exponen los taxistas se basan fundamentalmente en la "violación de la privacidad" y en el elevado coste de las pantallas que pueden suponer un desembolso de $5.600 a pagar en 3 años. Se quejan de que con el GPS la comisión podrá controlar sus movimientos y hacerles trabajar a un ritmo frenético, además de controlar las horas de trabajo y los subcontratos, sin contar con el molesto viajero que puede quejarse de que el trayecto que están haciendo, reflejado con precisión en el monitor, no le parece el más adecuado. Además se quejan de que al añadir el sistema de pago con tarjeta de crédito junto al monitor, serán carne de cañón para los fraudes con las tarjetas, sin mencionar el impuesto que deben satisfacer por el uso de este sistema de pago.

Desconozco en profundidad el control que pueden ejercer desde la comisión en los taxistas, pero el resto de alegaciones me parecen sin fundamento y en cualquier caso fáciles de solventar.

El importe de las pantallas y del servicio de navegación, aunque me cuesta pensar que cueste tanto, puede ser sufragado en su totalidad por los anunciantes que vayan a hacer uso de este medio de publicidad. Es infinitamente más barato que otros medios y puede ser mucho más provechoso. ¿Quien no pagaría una pequeña parte de ese monitor por anunciar su restaurante o comercio a 50 metros del destino del viajero?

El importe/porcentaje por el uso de la tarjeta de crédito como medio de pago está estudiado en otros países y los resultados son especialmente extrapolables a Estados Unidos, país donde se usa con especial asiduidad la tarjeta de crédito para todo. Por raro que parezca, gran cantidad de personas viajan con una pequeña cantidad de dinero en efectivo, y los taxis no son precisamente baratos. La posibilidad de pagar el taxi con tarjeta de crédito no va a ser un aliciente, pero sí puede servir para captar los clientes que prefieren usar un taxi pero temen que no les llegue con el efectivo que tienen.

Para los clientes que creen que el trayecto no es el mejor, basta con preguntar siempre si prefiere alguna ruta determinada, y luego comentar por dónde se le va a llevar. Algo que es tan habitual allí como aquí, por lo que no alcanzo a entender la "violación de la privacidad" en este punto.

Los fraudes con tarjeta de crédito son tan viables como sea la seguridad del dispositivo. Además, teniendo en cuenta que está pensado que en la pantalla nos aparezca el "tip" (propina) sugerida según el importe, no veo el problema.

El principal escollo está en el control de las horas trabajadas, respetando los turnos de descanso y las subcontratas. Ante eso habrá sus trapicheos y soluciones rudimentarias para no ser detectados, pero nada voy a comentar desde aquí.

Sería una pena que no se llegase a buen puerto con este novedoso sistema "all-in-one" (todo en uno) como les gusta llamarlos allí:

  • Entretenimiento: Anuncios de televisión de las emisoras locales
  • Información: Direcciones y anuncios de tiendas y sugerencias de puntos de interés de negocios y atracciones turísticas.
  • Localización vía GPS: De tu posición actual y del camino seguido desde que te recogió el taxi
  • Sistema de pago mediante tarjeta de crédito: infinitamente más cómodo que llevar dinero en efectivo.

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