El viaje a Chicago

La empresa con la que tiene el ICEX contratado los viajes es UNIC RED TRAVEL. Una empresa, que sólo tiene una oficina, y que debe hacer el agosto, o el septiembre con nostros... 240 personas viajando en menos de 5 días!!!

Unas dos semanas antes de viajar, por fin contactaron conmigo para informarme de mi vuelo. El día elegido es el 3 de Octubre, miércoles. Vuelo con la KLM, compañía preferida por la agencia de viajes.

Pregunté por un vuelo para Beatriz, y me dijeron que 590 euros... acto seguido entré en la KLM, y me lo dejaban en 525 euros... me acabo de ahorrar 65 euros y unos cuantos correos. A continuación nos hicimos tarjetas de fidelización de la KLM, e imprimimos las reservas.

El día 2 de octubre, nos conectamos a la página web de la KLM para hacer la reserva de asientos, y en el de madrid a amsterdam (de 6 a 8,30 de la mañana) pudimos pillar dos asientos juntos. En el de amsterdam a Chicago (de 10,30 a 12,30, horas locales, claro) pudimos pillar dos asientos al lado de la puerta de embarque.

Una cosa que nunca me había fijado es que la puerta de embarque de los aviones grandotes... es más grande de lo normal, y sobresale por el interior... así que no os cojáis ventanilla!!! es mejor el del centro y el del pasillo!!! También resulta que son más estrechos que el resto... pero eso se compensa con el poder viajar 8 horas estirando las piernas!!!!

Aunque eso sí, recomiendo el vuelo directo. En amsterdam volver a hacer la cola para entrar al avión, con sus retrasos inevitables, es un verdadero suplicio!

Como el vuelo era a las 6 de la mañana y había que estar con dos horas de antelación, aunque ya teníamos los billetes y el asiento, preferimos ir temprano. Sobre media noche nos acercaron a Barajas, y cual sería nuestra sorpresa al ver que los mostradores (en la terminal 2) estaban cerrados!!! Abrían a las 3 y media, que casi fueron las 4!!! Como no había muchas sillas en la T2, nos tocó sentarnos en el suelo. Aunque primero aprovechamos para darnos un paseo por el aeropuerto, hasta la terminal 1, donde había una máquina para embalar maletas que funcionaba 24 horas... (la de la terminal 2 abría a las 6 o las 8 de la mañana... un poco tarde para nuestros fines).

El viaje sin mayores contratiempos que el tedio de estar en un avión durante montón de tiempo.

Al llegar a Chicago, esperamos a Mikel, que estaba llegando en el metro a recogernos. Nosotros llevábamos, cuatro maletas de tamaño considerable, más el abrigo, más el maletín del portátil, así que decidimos pillar un taxi hasta el centro de Chicago. Dani, el becario de periodismo se nos unió al taxi, y conseguimos meter 6 maletas enormes en el maletero... cómo me gustan los coches supergrandes americanos...

El viaje fue como 35 dólares. Y como Dani alegó desconocimiento, y era el último en bajarse, nos ahorramos la propina!

Por fin llegamos al apartamento!